Revista El Ágora número 48
31 julio, 2022
Morena, tres lecturas sobre las asambleas distritales
3 agosto, 2022

REFLEXIÓN DESPUÉS DEL FRAUDE:

Pasado el entusiasmo del 2018, mi esperanza desbordada ha vuelto a ocupar su debido lugar, de tal modo que no me estorbe. La disminución de la esperanza, lejos de hacerme pusilánime, me da más claridad y determinación para actuar en la transformación del país; me impulsa a tomar de nuevo las riendas de mis palabras y acciones -que son casi lo mismo en este estado: pues soy más militante. / De modo que el fraude electoral en Morena (ya que el acarreo abierto, el gasto de dinero de funcionarios públicos para promoverse, el mapacheo desbordado, los carruseles de votos, el robo y quema de urnas, el conteo irregular de los sufragios, las etiquetas engrapadas en la boleta electoral con los nombres de los aspirantes, el asedio de golpeadores a quien se atrevió a protestar por atrapar "in fraganti" algún delito, las casas de mapaches y operadores de candidatos y mucho más, es una operación llamada FRAUDE ELECTORAL, catalogada por la Carta Magna como delito grave), que se generalizó en el proceso con miras al Congreso Nacional de Morena, es un fenómeno histórico de no poca trascendencia para el análisis. / Por supuesto, ningún asalto al poder es total, siempre quedan nichos de resistencia. Sin embargo, las decenas de testimonios en distintos lugares de la república indican que se trata de un golpe generalizado. / Duele, pero no hay por qué desalentarse. Simplemente constatamos que Morena ha dejado de ser la demagógica "esperanza de México", para convertirse en otro campo más de batalla: aquel que escenifica la lucha entre una nomenclatura burocrática y poderosa -que tiene acceso a los recursos otorgados por el Estado- y la militancia democrática de base, carente de dichos recursos pero rica en experiencia social, en convicciones éticas y en acciones consecuentes; el enfrentamiento político entre la concepción de un partido burgués-popular, electorero, burocrático, patrimonialista y clientelar, y la idea de un partido democrático de izquierda y moderno ligado a los movimientos y reivindicaciones sociales. / Esto es sano en sí mismo - y necesario-, pues se decantan DOS PROYECTOS muy distintos de política a seguir de ahora en adelante. / Creo que para la izquierda, con el tiempo encima, no es momento de formar otro partido -tampoco "tomar por asalto" al PT. / Por lo pronto, me parece que la militancia debe tener un pie dentro de Morena y otro pie en la 4T; y que su REAGRUPAMIENTO URGENTE consista en la formación de comités de base en todo el territorio, para sustentar social y políticamente la lucha por rescatar al partido del giro burgués que ha tomado ya. / La 4T se reorganizará en busca de SU PROPIA FORMA EFICAZ -de ello no tengo la menor duda. / Atisbo que tal forma atravesará por la integración espontánea de numerosos y versátiles comités de base, de efectiva tradición histórica probada.

La Crisis de Morena (VIII)

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