5 de febrero del 2022
Palabras del padre Alejandro Solalinde , versión estenográfica
Muy buenos días, amigos y amigas. Qué gusto estar en esta mañana con gente inquieta, gente que quiere el cambio, gente que esta promoviendo un México diferente.
Yo quiero compartirles, a todas y a todos, unos pensamientos que nacen de un análisis de estos tres años que hemos vivido y que hemos pasado. Decirles primero que la 4T no es propiedad de nadie, de nadie Es la respuesta histórica que nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador le ha regalado a México. Esa respuesta que anhelábamos desde el año 2000 y con Fox nunca vimos Es la respuesta de transformación integral, democrática, justa e incluyente, que constituye una profunda revolución de las conciencias. Por eso la 4T, hoy también, es patrimonio de todos los habitantes de este gran paìs. Por eso debemos cuidar este patrimonio. Por eso no es propiedad de nadie. Porque es un regalo de todas y de todos.
Este movimiento revolucionario es más que un partido, es más que un sector, es más que un grupo, un aspecto o una religión. Está llamado a llegar a todos los rincones y a todos los ámbitos de la vida nacional para que con su amor y su fuerza, transforme cada parte de México.
Poco a poco el cambio va llegando. La gente lo activó, nuestro pueblo, ustedes, el primero de julio de 2018. En muchos espacios podemos apreciar que no es como antes; pero en otros lados todavía no, no podemos verlo. Todo lo relacionado con la migración está disperso. Yo quiero compartir con ustedes, porque este es el campo donde yo principalmente espero una transformación. Cuando uno tiene alguna cosa que hacer para los migrantes tiene que andar de una dependencia a otra, de una autoridad a otra, de un nivel a otro. Y realmente las redadas migratorias, instituciones, agentes, autoridades de gobierno, población migrante, legislación desactualizada, todo eso está disperso. No contamos con políticas públicas adecuadas a las nuevas realidades. Pero sobre todo, oigan esto , el Instituto Nacional de Migración, y quienes actúan orgánica o fácticamente en las cuestiones migratorias, no han estado a la altura del presidente López Obrador . Mientras nuestro mandatario tiene una visión increíble de estadista continental y regional, el INM persigue y desconoce a los vecinos pobres del sur.
La burocracia y la falta de visión en el Instituto Nacional de Migración, y aun todavía hay casos de corrupción, han demostrado que la práctica de este instituto ya no tiene remedio.
Mantenerlo con sus cárceles, con sus dinámicas de detención y contención es tanto como querer conservar un engendro de los gobiernos neoliberales del pasado. Por eso el Instituto Nacional de Migración sigue siendo la bandera de los regímenes anteriores. Por más que se le maquille no ha cambiado mucho. Urge pensar y repensar la migración a partir de la nueva imagen de México que nuestro presidente ha creado.
Urge también, transformar el Instituto Nacional de Migración en una Secretaría de Asuntos Migratorios con el mismo presupuesto que tiene migración pero con la presencia orgánica de Secretaría de Relaciones Exteriores, Gobernación, Trabajo, Salud Pública, entre otras. Urge construir una relación integral que conjunte esfuerzos comunes de educación, trabajo, salud, seguridad, ecología. Sobre todo con Guatemala, Honduras y el Salvador. Si, hay que controlar la frontera pero quitar las visas. Mis amigos, mis amigas ¿cómo poder explicar que a nuestros hermanos vecinos del sur se les pidan visas cuando que a nosotros no nos las piden. Nos estamos comportando como Estados Unidos con nosotros. Igual. Y esto no puede ser. Nuestro presidente Andrés Manuel ha mostrado una visión muy hermosa que busca una proyección de México regional pero también continental. Y eso no se ha logrado. Yo sé que el comisionado del Instituto Nacional de Migración no es una gente corrupta, que tiene buena voluntad pero eso no basta. Muchos de los que están ahí son nuevos y no conocen a fondo la migración. Por eso ellos no pueden idear nada de esto para un cambio en la migración. Lo que les digo es muy importante porque la 4T no está en Migración. O al revés, Migración no está a la altura de la 4T.
Hago un llamado primero que nada a nuestro Poder Legislativo para que revise las leyes.
Tenemos 10 años con la misma ley migratoria y las cosas han cambiado. Si siguieran los gobiernos anteriores estarían a tono con esta ley. Pero hoy tenemos una nueva realidad. Y esa nueva realidad nos pide, nos exige, un cambio. Yo les puedo compartir que como defensor de derechos humanos, como director del albergue Hermanos en el Camino he sufrido mucho, precisamente por esta dispersión que se da en la atención de asuntos migratorios. Y que por más que estoy luchando contra ello a veces me rindo, no puedo. Porque es un asunto estructural. Entonces se los dejo, se los comparto como hermano de ustedes para que también hagan conciencia de esto.
A mi querido hermano Andrés Manuel López Obrador para que también él pueda, mediante estas formas, proyectar el espíritu que viene, ese cariño, esa solidaridad que él bien conoce y que nosotros reconocemos.
Les deseo que tengamos una feliz convención.
Con la 4T siempre