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Harfuch, el zigzagueo

El impulso a Harfuch deviene de una lectura incompleta y cero autocrítica de lo que sucedió en 2021 en la CDMX. ¿Monreal operó en contra? Eso es verdad. ¿Las clases medias salieron descontentas a votar por el bloque neoliberal? También es verdad, pero ambas cosas son insuficientes para explicar la derrota.

Además de esas dos ideas, se encuentra una tercera muy importante: se pusieron varixs pésimxs candidatxs a las alcaldías. Con unas cuantas excepciones (como Tlalpan quizá), buena parte de las candidaturas de Morena fue de políticos inconexos con la población, quienes poseían estructuras caciquiles sólidas y hasta en ocasiones con antecedentes clientelares. Finalmente, varios de esos políticos fueron derrotados, y donde consiguieron ganar fue en las alcaldías más leales al obradorismo, pues votaron por Morena para apoyar a AMLO.

La excepción entre los pésimos alcaldes victoriosos fue Clara Brugada, quien mostró una coherencia excepcional con el proyecto de representación de las clases populares, el resto quedó en el zigzagueo, en el caciquismo y en el clientelismo acomodaticio. Ella hizo un gobierno de izquierda.

Por otro lado, el partido estuvo ausente durante todos estos años años, exclusivamente concentrado en el electorerismo y en traer chapulines de otro partidos. Hubo pocas, realmente pocas iniciativas de disputa de la ideología de las clases medias. Ahora quieren poner un curita, quieren atraer a las clases medias sin antes haberles propuesto una vía ideológicamente alterna, eso es básicamente lo que propuso Ebrard: dejar a las clases medias así como están y darles lo que quieren, sin antes formular un proyecto alternativo de transformación de las clases medias.

En 2018, ese sector votó por AMLO y por Morena porque ya estaban hartas y quisieron castigar a los partidos tradicionales, pero eso no significó que se apropiaran del proyecto de regeneración nacional de inclusión de los otrora excluidos. Las clases medias son fluctuantes, volátiles y más tendientes a apoyar al bloque neoliberal porque están ideológicamente comprometidas ahí, son su base de apoyo. Por eso, el riesgo de ahora, al proponer a Harfuch para quedar bien con ellas, es diluir el contenido de izquierda, quedando bien con el gran empresariado (Harfuch es pareja sentimental de Ninfa Salinas, hija de Salinas Pliego, el libertario dueño de TV Azteca) y con las clases medias, pero maltratar a la base de izquierda y a las clases populares.

Eso es el zigzagueo al que AMLO llamó a evitar en el mitin de marzo de este año: el zigzagueo es a veces irse con las clases medias, a veces con las clases empresariales y a veces con las clases populares, un poco de aquí, un poco de allá y un poco de acullá. El problema con el zigzagueo es que te aleja de tu verdadera base de representación que es la izquierda y las clases populares. ¿Eso es lo que se quiere para la CDMX? Que lo piensen nuevamente.

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