La simulación.
Por: Agustín de la Rosa Charcas.
En la llamada clase política, es muy frecuente que la verdad que vierten desde su palabra hablada y escrita, suele ser la mentira. La realidad terca se encarga de demostrarlo. Tenemos un gobernante, que no pestañea al autodefinirse como ¡demócrata y honesto! También, observamos que en razón de la alianza política con la cúpula del movimiento, el secretario de gobernación cada que viene a nuestro estado, acelera los apetitos culturales de la corrupción y la impunidad de este mafioso gobernador que padecemos los potosinos, al endilgarle calificativos que están fuera de la realidad. Bien haría este sujeto empoderado por los acuerdos cupulares, no creerse todas las porras que le avientan desde Bucareli, porque ese mismo personaje, un día llama amigo en el cenado a un senador y horas más tarde le restrega que es un fascista.
Seria de mucha utilidad ética, que el señor secretario de gobernación, le exigiera a la FGR, que ya defina lo conducente con la denuncia que el poder ejecutivo federal, a través de la UIF, tiene en contra de su “aparente” amigo por el lavado de más de setecientos millones de pesos del erario. Que la verdad legal lo exonere para que tanto abrazo y apapacho deje de ofender la inteligencia de los potosinos.
La oposición se encuentra en una desarticulación política y orgánica que no deja de profundizarse. Esa derecha que se ha ganado a pulso en los últimos 36 años el rechazo de la mayoría del pueblo mexicano, no será adversario del movimiento que encabeza AMLO. En realidad, esa derecha ya se encuentra en las entrañas del movimiento. El movimiento será derrotado por la derecha desde adentro. El actual dirigente nacional es la punta de lanza.
Ya no hay puertas que impidan el acceso a los odiados neoliberales “derrotados” en el 2018. Se dejó el campo abierto para que todo el conservadurismo corrupto se apropiara del partido morena. Nunca morena como partido tuvo un comportamiento congruente con lo que señalan sus documentos básicos. Todo lo contrario, violentó sus normas estatutarias todo el tiempo. Los principios fueron pisoteados. La militancia que entregó todo su tiempo, recursos y la esperanza, ya no le sirve. Les estorba. Ya tienen un movimiento corporativo que desde la Secretaria del Bienestar y los gobernadores se opera el acarreo, la compra del voto y la amenaza. Morena es hoy, un partido de estado. Autoritario, antidemocrático y corrupto. Pero ese no es el movimiento triunfante en el 2018. Quienes nos oponemos a qué se pierda el moviendo popular y democrático somos muchos en todo el país, parte de esa militancia está tratando de organizarse desde la convención nacional morenista. Es un movimiento difícil, pero necesario. Es lo único que hay hoy en día desde dentro del movimiento, para oponerse a la vulgaridad de la disputa del poder por el poder. Es el único instrumento político con que contamos para derrotar a los simuladores oportunistas que han abarrotado todos los espacios de poder del movimiento. Es la esperanza que deberá nutrirse con la indignación de la militancia agraviada.
A 31 de octubre del 2022, San Luis Potosí, S. L. P.
