Nunca imaginé que un día tuviéramos que luchar por rescatar a nuestro partido de las mismísimas entrañas cupulares de este movimiento que se creó con la sangre y valentía de nuestros ancestros, nuestros antecesores. Unos asesinados, otros desaparecidos, otros traicionados. Fue el fruto de una lucha heroica de parte de un pueblo que estaba a punto de explotar.
Pero surgió el Movimiento de Regeneración Nacional, que con una absoluta convicción nos llevó a ponernos un sombrero y tenis para caminar las calles, los barrios y con verdadero entusiasmo decir: ¡NO ROBAR, NO MENTIR, NO TRAICIONAR! Un movimiento cercano a la gente, con una mística de izquierda que nos presentaba una esperanza contra tantos años pobreza, saqueo y corrupción.
Ahora eso en lo que creíamos, ese color guinda que portábamos con orgullo se ha manchado en las manos de sus dirigentes que quieren volver a las antiguas y amañadas formas de hacer política al más rancio estilo priista donde el partido está para que la cúpula se aferre al poder, tomando decisiones unilaterales, explotando y utilizando a las bases para hacer el trabajo pesado mientras ellos ganan casi lo mismo que el presidente de la república.
Es decir, MORENA está secuestrado por grupos políticos que responden a la lógica del poder horizontal y que han traicionado no sólo al pueblo de Mexico, sus estatutos y principios fundacionales, sino también a su fundador y líder máximo, Andrés Manuel López Obrador.
Está descomposición se generó desde que se empezaron a manejar puestos, poder y dinero. En 2015, se decidió desde muy arriba que por ejemplo, aquí en la ciudad de México, estuviera al frente de MORENA en el proceso electoral, Andy Jr, quien designó a diestra y siniestra a sus cuates y a personas que tenían el capital para solventar una campaña y quien fue el primero que desordenó el padrón. Lo vimos también con Yeidkol Polevsky que hizo lo que quiso con el partido y a quien tuvimos que correr.
Pensaron que el dinero era lo que importaba, en su soberbia e incapacidad, se olvidaron de las bases desde ese momento. Ahora con Mario Delgado es el colmo, se burla de los militantes que han sido callados, utilizados, menospreciados y maltratados.
Por eso nació la Convención Nacional Morenista porque creemos que nuestro partido ha ido deteriorándose en sus principios y estatutos debido al enorme presupuesto de casi dos mil millones de pesos anuales que por cierto se han manejado con total opacidad y a las pésimas gestiones de su directiva, que ha creído como en los viejos tiempos del PRIPRD, que la cúpula se debe aferrar al poder y utilizar a las bases como borregos sin participar en la toma de decisiones. No venimos caminando de tan lejos para que Mario Delgado impuesto por el INE y sus secuaces hagan de las suyas y nuestro movimiento sea un partido electorero lleno de ambiciosos vulgares que decidan a qué candidatos apoyaremos en el 2024.
Basta de imposiciones, basta de amiguismo, influyentismo. Hoy el neoliberalismo está filtrándose en MORENA. Hoy en día la cúpula clientelar corporativa de MORENA habla de democracia pero sólo quieren vernos como borregos obedeciendo cada que nos necesitan para hacerles el trabajo duro del casa por casa. Porque ya vimos que ni sus huestes mal pagadas les pudieron hacer un trabajo autentico y eficiente como nosotros que con tanto orgullo, tanta convicción trabajábamos voluntariamente. Queremos reunificar al movimiento abajo y a la izquierda y mantener a MORENA al servicio del pueblo y de las mejores causas de México.
Desde la Convención Nacional Morenista los invitamos a no desanimarse, a seguir en la lucha siempre buscando hacer alianza con el pueblo de México y no con la clase política tradicional y corrupta. Desde aquí decimos ¡todo el poder a la gente! Estamos rescatando el espíritu fundacional de nuestro movimiento porque ¡NO SOMOS IGUALES!
Los esperamos con los brazos abiertos en la Segunda Convención Nacional Morenista, este domingo 21 de agosto desde las 9 de la mañana, en el Monumento a la Revolución donde continuaremos organizándonos en mesas de trabajo para rescatar a nuestro partido-movimiento.