La Convención Nacional Morenista ante la Correlación de fuerzas de la élite política en el poder hegemónico en México.
Primera parte.
Creo que la lucha de la élite política en el poder en México se da entre dos bandos localizados al lado derecho; en un punto encontramos, a *los conservadores que son parte del viejo régimen, se oponen a algunas reformas populares y, en el otro punto (de ese mismo lado pero cercano a la izquierda, digamos casi al centro) los progresistas autollamados 4T, atractivo platillo a muchos del viejo régimen que ven la oportunidad de deslizarse para continuar sirviéndose del poder, manteniendo cierto status quo (pobreza, ignorancia, injusticia y sumisión).
Un bando lucha para conservar privilegios y el otro para concentrar poder y equilibrar un poco la balanza social.
Entre esta correlación de fuerzas hegemónicas está el pueblo en el extremo izquierdo. Algunos con mucha agudeza intelectual en el análisis e interpretación de los hechos o procesos históricos ejercen su derecho a la crítica, al debate y a la libertad no condicionada, pero también una mayoría educada por décadas a aplaudir a favor o en contra, por citar algunos ejemplos: el caso de las corcholatas, el fraude electoral del 30 y 31 de julio de 2022 en las asambleas distritales, un Morena secuestrada por los intereses facciosos de una cúpula de ambiciosos, de la imposición de uno u otro bando del presidente de la SCJN, la lucha por una reforma electoral sin una verdadera consulta y debate nacional. Una gran parte de esa población no asume su papel protagónico, aún no se dan cuenta del enorme poder que tienen para cambiar su situación, de transformar la realidad social, económica y política del país, no entiende que la correlación de fuerzas de las élites políticas y económicas buscan un equilibrio de contención de la presión popular al desbordamiento insurreccional, es decir da lo mismo las imposiciones de un grupo que el otro del mismo lado derecho (aunque uno esté cargado al centro, muy cerca del lado izquierdo), el pueblo seguirá supeditado a las decisiones de los de arriba y a la aplicación de la In-Justicia.
En estos momentos, a cuatro años hay una coyuntura que permite avanzar en la construcción de un movimiento popular empujado a partir de la irrupción popular en el 2018, aún está fresca en la memoria colectiva la inercia que llevó al triunfo electoral de Amlo, de desplazar al Pri y al Pan del gobierno, de hacer mayoría en el Congreso de la Unión (diputados y senadores), en los Locales, ganar presidencias municipales y gubernaturas.
(En un segundo momento me gustaría retomar este tema peculiar e interesante en relación a Morena, sus alianzas y los riesgos de la 4T con Mario Delgado).
Lo importante que quiero destacar es, debemos aprovechar el momento histórico que vivimos, la bifurcación o disyuntiva, avanzar significa no solo apropiarnos de la narrativa, de las palabras sino enraizar en lo más profundo el despertar del poder popular, radicalizar la cuarta transformación, llevar a cabo una revolución de las conciencias, bien dicho está: “¡Cuando el pueblo se levanté por pan, libertad y tierra, temblarán los poderosos…!!”
Es aquí lo relevante del esfuerzo que ha realizado la Convención Nacional Morenista para organizar a los que que creyeron en el Proyecto de Gbno de la 4T, (30 millones de mujeres y hombres), que se necesita como estrategia de lucha un instrumento de organización a través de la A.C., impulsando la formación de nuevos cuadros politicos, de concientización y reconocernos en el otro u otra el complemento colectivo y solidario que se requiere para cambiar la forma de hacer política al viejo estilo neoliberal.
Sin embargo es una tarea complicada teniendo en cuenta años de educación y formación despolitizada que ejerció el sistema priista-panista a la población, al grado de amaestrar, seducir con posturas que: “siempre ha sido así, no podemos cambiar y es mejor ganarnos la “buena voluntad” de la élite o la cúpula politica para que me tomen en cuenta con una candidatura, puesto o trabajo como pago a mis servicios y sumisión, una mayoría despolitizada y domesticada.
Las herramientas teóricas, políticas y sociales las tenemos, lo que hemos logrado en el caminar de la Convención es grandioso, son momentos de definiciones, el reto es consolidar ese esfuerzo. El Movimiento Convencionista avanza, no hay retroceso. La ruta ya está trazada para constituir la Asociación Civil de Convencionista en cada lugar, en cada rincón, esa es nuestra responsabilidad.
En agosto de 2023 será una inolvidable celebración de alegre rebeldía.