Soy una militante más, formaba parte del consejo consultivo, casi podría decir hoy difunto y como militante es que quiero exponer mis preocupaciones de lo que está pasando en el partido.
Desde hace muchos años y desde diferentes trincheras he peleado por que este sea un país para todos y no solamente para algunos, dónde no haya pobreza, dónde haya justicia, igualdad y la libertad sea la bandera que nos guie.
Por fin después de tantos años de neo-liberalismo tenemos un gobierno que está regido por esos principios en un país que han dejado destrozado, vendido y despojado de muchos de sus bienes y sin embargo estamos inmovilizados, como partido y como sociedad.
Creo que el mayor problema es la incomunicación a la que ha estado sometido el partido.
Se entiende que estamos en mitad de una pandemia, pero esto viene de atrás.
Urge retomar la vida partidaria, desde hace tiempo la militancia no tiene voz, y ahora se retoma con esta convención.
Se han tomado decisiones que afectan a todo el partido sin haber una consulta y quizá lo más grave es que las voces que se alzan están mal vistas.
Si hay algo que de verdad nos debe preocupar es el miedo a disentir, a discutir y a poner sobre la mesa todas las opiniones. Pues pareciera que el no estar de acuerdo es estar en contra de MORENA, de la 4T, o del gobierno.
Y es todo lo contrario. La transformación de este país no puede venir solamente del gobierno, sino también de un partido fuerte, crítico, de izquierda, plural y de nada sirve si la sociedad no lo acompaña. El partido tiene un papel que el gobierno no puede asumir, tiene que tener una posición crítica (entre otras cosas para corregir errores e impulsar lentitudes).
Y para que la sociedad acompañe a esta 4ª transformación necesitamos cuadros, cuadros que estén al servicio de los principios que guían nuestro partido y no de oscuras intenciones o de procurar una chamba.
Cuando hace unos días yo decía que había que tomar el partido por asalto, me decían: no Paloma hay que respetar las reglas del Partido y del INE, no se puede llamar a un Congreso sin que haya sido aprobado el padrón y yo contesté ¿y es el INE quien va a regir la vida del partido?, y si por errores del pasado se dejó que así fuera, no pueden negarnos el derecho a reunirnos, a decir nuestras opiniones y a estar en desacuerdo de cómo se han tomado últimamente las decisiones de manera cupular, sin siquiera tomar en cuenta al conjunto del Comité ejecutivo Nacional, haciendo una estructura paralela. El haber elegido a candidatos casi a dedazo o con unas encuestas bastante oscuras sino en el método, sí en el tipo de encuestados), sin contar lo que dicen los estatutos, y más que los estatutos los principios del partido. Y eso no les preocupa tanto.
Y me parece que este es un gran ejercicio para retomar la senda y realmente caminar al lado del presidente.
Y si no logramos un cambio verdadero y con la oposición de la derecha, que empieza a coquetear con el fascismo, seremos culpables.
Y quizás el ser un partido movimiento es de las cosas que menos nos queda claro como militantes.
El mayor problemas de MORENA es que se ha perdido la respuesta de para qué se milita en un partido.
Y yo creo que es ahí donde realmente se produce la diferencia entre partido y movimiento.
Ya que parece ser que el estar en un partido signifique no trabajar por unos principios que guíen a la sociedad sino trabajar para ver qué chamba me merezco por haber servido en el partido. Y se ha perdido la mística. Esa mística con la que se ha trabajado tanta gente y tantos años para poder ver el cambio que se está produciendo.
¿Y qué significa el militar? Significa luchar por los principios que nos guían y eso significa, apoyar las luchas de la sociedad, difundirlas, transmitirlas, ayudar a concientizar a los demás.
Desafortunadamente y de la manera que surgió MORENA y por la necesidad de ganar las elecciones, cosa totalmente imprescindible para poder cambiar este país, como ya lo habíamos intentado varias veces y que los fraudes no nos dejaban llegar, se tuvo que hacer una estructura electoralista, que llevó al triunfo, pero que ha dejado una rémora dentro de sus afiliados, ya que algunos de los que trabajaron arduamente, y se los reconocemos, fueron contratados con sueldos ( en general muy bajos) pero al final de cuentas se sintieron asalariados y con la finalidad de que al triunfo se les iba a recompensar con puesto.
Y ahí se perdió la mística del trabajo político, y sobre todo en los jóvenes que no vivieron en tiempos difíciles en las que luchar por el cambio no era nada fácil.
Y la formación política brilló por su ausencia. Ahora por fin y no gracias a las dirigencia del partido, sino a la perseverancia de muchas personas tenemos un IFP de MORENA. Con todas las dificultades del mundo, ya que se le apoya poco y no se respetan los acuerdos tomados en el último congreso en tanto a los financiamientos del mismo, donde se dijo que el 50% tendría que ir a formación y la burocracia del partido le está dando sólo el 5%.
Y aún así con este instrumento valiosísimo para un partido o movimiento, no hemos logrado hacer que las bases se acerquen al los movimientos sociales. Creo que hay que insistir que la militancia se forma en la calle, en las luchas y no en las aulas.
Y si en estos momentos agregamos que desde el triunfo de Andrés Manuel, no hemos estado en las calles, por un lado por la pandemia, pero también porque el hecho de salir a apoyar a cualquiera de los movimientos parecía como si se estuviera en desacuerdo con el gobierno de la 4 transformación.
Y necesitamos volver a la esencia de lo que nos llevó al triunfo en las urnas que son todos los movimientos sociales que hemos vivido y apoyado durante décadas para la transformación de este país.
Necesitamos hacer un análisis de la coyuntura que vivimos,
Y tan claramente se siente como el que una de las luchas más importantes que se dieron durante los año pasados como es la lucha de la CNTE, la hemos tenemos aislada. Y qué me dicen de las elecciones de ayer en el sindicato petrolero, dónde no se hizo trabajo político de concientización con los trabajadores y ganó la presión charra sobre los trabajadores, el compro del voto y el miedo al despido.
Y otro ejemplo más es el triunfo de los trabajadores del General Motors en Silao, derrotando a la CTM ¿Dónde estaba MORENA? ¿Y qué sabemos de los sindicatos, qué sabemos de las organizaciones campesinas, qué sabemos de los movimientos urbano popular?; qué cambios se están gestando para acabar con el charrismo sindical.
Y en estos momentos de cambios se necesita un partido fuerte que acompañe a las propuestas de Andrés Manuel como la Reforma Eléctrica, la Revocación de Mandato y las demás reformas que necesita este país.
Necesitamos en principio un cambio de mentalidad para dejar de pensar que los demás tienen que hacer el cambio y no cada uno de nosotros. Que cada uno desde su lugar genere un cambio