Mi estimado amigo Pedro Miguel (dudé en ponerte “amigo”, porque con tus últimas actitudes de bloquearme en todas partes ya no sé. Sigo considerándote mi amigo):
Tu última columna en La Jornada del 5 de mayo pasado me dejó con un muy mal sabor de boca. Haces recuento de la política de alianzas que impulsó nuestro hoy Presidente de la República en 2017, cuando se firmó el Acuerdo Político de Unidad Nacional, y afirmas que tal política de alianzas necesariamente debe de seguir vigente hoy en día, porque las circunstancias siguen siendo críticas para el movimiento. “Cosas veredes Sancho”. Hasta la dialéctica materialista se te ha olvidado, con tal de agradar a Mario y Citlalli. Dices que no eres “marista ni citlallista”. Leyendo tu columna, me pregunto qué tal si lo fueras.
Si algo nos posibilita el conocer y realizar la dialéctica materialista, es el “análisis concreto de la situación concreta”. La situación en 2017 era totalmente diferente a la que vivimos hoy en día. En aquel momento, la oleada de nuestro movimiento era imparable, pero aun así se requería formar un nuevo bloque hegemónico, con otras fuerzas del espectro político. Y se logró, con esa sinergia de movimientos sociales, de organizaciones y de partidos políticos, conseguir la victoria el primero de julio de 2018. Con las solas fuerzas de MORENA y de la izquierda histórica no lo hubiéramos podido lograr. Sobre todo, esa acumulación de fuerzas nos facilitó la creación de una estructura electoral como nunca habíamos podido conseguir antes, con una cobertura de casi el 100% de las casillas. Hicimos imposible el fraude.
Hasta aquí estamos de acuerdo. Conseguimos todo lo que señalas en tu columna. Pero a continuación, haces unas afirmaciones que, de tan temerarias, resultan ser verdades a medias o bien mentiras llanas. Señalas que después del triunfo, “la estructura partidista se volvió un hervidero de resentimientos y ambiciones que la llevó a un callejón sin salida, y fue por eso que el INE impuso la realización de una encuesta que, vista a posteriori, y por contradictorio que parezca, hizo posible reactivar la organización”. Como diría el gran Monsi, “La R. emite un sonoro SIC”. ¿De quién fue la responsabilidad de ese hervidero de ambiciones, que resultó en una parálisis del partido “de 2018 a 2020”, como dices? ¿No fue acaso el origen de todo eso la falta de democracia interna, la falta de un padrón confiable y el desprecio a la militancia que mostró la dirigencia todo el tiempo? Cuando el INE y el tribunal impusieron la realización de una encuesta para definir la presidencia y la secretaría general, fue porque no pudimos acreditar la existencia de un padrón de militantes confiable, y nulificaron el proceso que habíamos iniciado para renovar las dirigencias en 2019. ¿Alguna vez se llamó a cuentas a Gabriel García, el ex secretario de organización, para que explicara dónde quedó el padrón?
El partido, en todo lo que va del gobierno de Andrés Manuel, ha sido como un convidado de piedra. Primero estuvo paralizado, casi en coma, y luego, por obra y gracia de la imposición del INE de Mario y Citlalli, revivió y se ha reactivado, según dices. Esto parcialmente es verdad. Los triunfos que mencionas (17 gubernaturas ganadas en dos años), NO SE DEBEN a lo que han hecho Mario y Citlalli, más bien se lograron A PESAR de ellos. Los triunfos electorales se deben, sin lugar a dudas, única y exclusivamente a la autoridad moral del Presidente de la República y a sus logros del gobierno. Y pudieron haber habido más triunfos electorales, si no hubiera sido por las pésimas componendas de Mario Delgado en San Luis Potosí, Nuevo León y Durango y sus encuestas inexistentes (así le contestó MORENA a una solicitud ciudadana al INAI: no existen tales encuestas. Por cierto, allí tú también tienes responsabilidad, ¿verdad?). Esta autoridad moral del Presidente y el prestigio de su gobierno es lo que todavía permitirá que MORENA triunfe nuevamente en 2023 y en 2024. Y en 2023 únicamente lo hará en el Estado de México. En Coahuila habrá nuevamente otro fracaso de MORENA debido a la pésima gestión y operación política de Mario y Citlalli. Tus argumentos para que no se realizara el cambio en la dirigencia del partido en el III Congreso son francamente risibles. Se trataba de realizar un relevo estatutario, tú mismo lo dices. Pero prefirieron violar el Estatuto porque abrir la competencia interna “habría sido catastrófico de necesidad”, porque se habría mezclado con la disputa inter-corcholatas, según afirmas. Es decir, tu visión es que tanto Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto –para mencionar sólo a las tres corcholatas principales- habrían interferido en el proceso para imponer a alguien “a modo” al frente del partido. Tal pareciera que has estado viviendo en un mundo paralelo. ¿No sabes que Mario es un alfil de Ebrard, o te haces el que no sabe? La carrera presidencial hace ya mucho rato que está desatada, en todos los ámbitos del partido. Pero aquí lo que me interesa destacar es tu visión burocrática y elitista de los procesos internos en el partido. ¿Dónde quedan las asambleas de las bases, en las cuales se determinaban a los candidatos desde abajo, por el voto directo de los compañeros? ¿Dónde queda la voluntad democrática de renovación de las dirigencias? Queda claro que para ti eso no es importante.
El tercer artículo transitorio que ustedes metieron el día anterior al Congreso, fue una burla a la militancia. Y luego todavía hicieron que se votara todo el Estatuto en bloque, para que la militancia no se diera cuenta de su treta con ese “detallito”. En fin, Mario y Citlalli ya lograron su propósito, se quedan un año más. Aceptemos esa situación de facto. A ver si no salen en 2024 con otra “prolongación en el encargo”, y los tendremos ahí hasta 2025, “porque el nuevo gobierno nos necesita para darle estabilidad al partido”, o algún otro argumento igualmente falaz. Hoy las condiciones son muy diferentes a las que vivíamos en 2017. Ahora no necesitamos recurrir a otras fuerzas para ganar. Millones de personas más que en 2018, apoyan al Presidente y a la Cuarta Transformación. Pero el partido sigue siendo un convidado de piedra. La supuesta eficacia electoral que erróneamente le atribuyes a Mario y Citlalli, no existe. Viven del prestigio y autoridad moral del Presidente, han estado medrando bajo su cobijo político. No me cansaré de repetirlo. El partido sigue siendo un desastre. Lo veo todos los días. La supuesta estructura electoral basada en comités seccionales “en defensa de la 4T” que se está construyendo para los futuros triunfos electorales, en su gran mayoría, son de papel. Los supuestos “comités de defensa de la 4T”, son de adorno y solamente están sirviendo para que los dirigentes hagan giras tomándoles protesta. No se está haciendo trabajo territorial efectivo como sí lo hicimos en 2016-2018. Los militantes fundadores del movimiento y del partido que formamos parte de la Convención Nacional Morenista estamos convencidos de que todavía es posible rectificar el rumbo. Por eso les estamos haciendo un llamado a la UNIDAD, para que trabajemos juntos para fortalecer al partido siempre y cuando se respete nuestra legalidad interna y a la militancia. Ya no necesitamos a los chapulines. Proponemos a la dirigencia de MORENA, a todos los compas, a los movimientos sociales, sindicatos, organizaciones populares, la firma de un ACUERDO NACIONAL POR EL FORTALECIMIENTO DE MORENA Y LA CONTINUIDAD DE LA CUARTA TRANSFORMACIÓN. Te esperamos a ti también, estimado Pedro.
Aquí los detalles:
Mario Delgado Carrillo y Citlalli Hernández, le copiaron a ‘Alito’ en eso de extenderse un año en su dirigencia, esas dos dirigencias nacionales acarrearán calamidades para el México del mañana. Y junto a un moreno que se llama Alejandro, y no es de MORENA en lo claro pero en lo obscurito es cuatacho del que manda, gritan al unísono los tres:
El INE no se toca!
Cosas veredes!
Suscribo todo excepto una o dos cosas. Mario era alfil de Ebrard , ahora parece más de Claudia o de plano escribano del Presidente. Segundo Mario sigue ocultando el Padrón. Tercero: a mi humilde parecer el Presidente ya se decanto por Claudia y en todo caso por Adan. Por eso Ebrard mueve a sus Alfiles Martha Delgado y otro; porque el piso no está parejo y las encuestas son puras mamarrachadas. Cuarto Mario nunca va a dialogar porque cree que somos 5 mil rebeldes en toda la República. Sexto; Cierto , el Presidente ha hecho ganar a gobernadores, no Mario ni Citlalli, pero lo voy a decir con mucha dureza; al Presidente no le ha importado la democracia en Morena y no sólo es por el INE. El es el jefe real de Morena y ha dejado que Mario haga y deshaga: ni modo que el Presidente no sepa. Entonces si el Presidente deja que Mario haga y deshaga, no sólo da a entender que está de acuerdo en todas las irregularidades que se han cometido en el partido, sino que las favorece. Padrón no presentado, encuestas inexistentes o no presentado, candidatos impresentables como Guadiana. Asambleas no hechas. Se que su estrategia del Presidente es ganar a como de lugar para consolidar al gobierno y la 4t pero esta incubando huevos de serpiente nuevamente como Lilly Tellez o German Martinez, y ya lo dice la carta, NO ES LA MISMA SITUACION QUE EN 2017. Pero dejen los huevos de serpiente; de las tribus que destruyeron al PRD, a un estilo de gobernar un partido al más rancio estilo priista, inevitablemente o se carcome a Morena por falta de democracia interna, o Ebrard va a desbalancear a Morena , una de dos; si el Presidente o según Mario no lo nombran ganador de las encuestas; o si la oposición lo toma de abanderado. Es una situación que de una u otra forma destruirá al partido. Aparte de la próxima convencion ya deberíamos estar haciendo la asociación civil, sin salirnos de Morena. Se está perdiendo tiempo queriendo llamar a Mario a la unidad.
De acuerdo con todo lo expuesto. Sobre AMLO: Tengo información de que AMLO no soporta a Mario Delgado, y obviamente no ha estado de acuerdo con su gestión. Lo que pasa es que el Presidente no quiere hacer críticas al partido ni a la dirigencia para no restarle simpatía popular al movimiento. Morena es además su única herramienta electoral. No se puede deshacer de ella ni quiere provocar una crisis dentro del partido al exigir un cambio de dirigencia, porque entonces sería sujeto a múltiples críticas por meterse a los asuntos del partido. Y tampoco le gusta el disenso interno del partido. Por eso ha preferido mantenerse al margen. Eso lo que pienso.
[…] bases”, dices. Sigues sin entender, como ya te lo hice ver en una Carta Abierta que te envié (https://morenademocracia.mx/revolucion-de-las-conciencias/carta-a-pedro-miguel/), que todos esos triunfos no se deben a lo impecable de las encuestas ni a que los candidatos hayan […]